Esta avería es bastante común. Cuando ponemos a funcionar nuestra cocina de gas, vitrocerámica o placa de inducción al poco comienza a oler a quemado…
Este problema, dependiendo del tipo de cocina con la que trabajemos se puede deber a diversos motivos.
Si se trata de una cocina de gas, lo mas probable es que el olor se deba a algo de grasa o líquido que se ha introducido en el cuerpo del quemador a través de la junta y se esta quemado, produciendo este olor.
En caso de tratarse de una vitrocerámica, existen diversas causas que pueden causar este problema.
Por un lado puede deberse a algún resto líquido o sólido en el cristal, sobre el foco de calor, en el cual se llegan a alcanzar temperaturas extremadamente altas, calcinando los restos orgánicos depositados sobre ella causado el citado olor. En este caso, los restos calcinados se deben extraer con una espátula especial para vitrocerámicas que no dañarán la serigrafía, aunque lo mejor será siempre limpiarlo antes de llegar a este punto.
Otra causa puede ser una grieta en el cristal o filtración a través de la junta de la base que pueden hacer llegar líquido o vapor a los hornillos, causando su deterioro, el olor y hasta un cortocircuito.
Por último, el ultimo escenario posible sería el de la acometida de potencia. Este tipo de placas tiene un alto consumo energético, y en el supuesto de conectar varios focos simultáneamente, podemos llegar a consumir varios miles de watios, superando el límite de la manguera de acometida de potencia. En este caso los cables se recalentarán llegando a fundir el aislante protector provocando el olor a quemado.
Si esto le sucede en una placa de inducción, los supuestos son parecidos a los de las vitrocerámicas.
Aunque en las placas de inducción no se alcanzan temperaturas tan altas en el cristal como en las vitrocerámicas, puede llegar a producirse olores a quemado por los restos sobre el cristal caliente, pero no tanto como en las vitrocerámicas y lleguen a calcinarse.
Otro supuesto es el de producirse olor a quemado por uso intensivo de un foco, que puesto a mucha potencia puede llegar a fundir el esmalte de las bobinas inductoras oliendo a quemado.
Por último, y aunque el consumo energético de este tipo de cocinas no es tan elevado como el de las vitrocerámicas, si la acometida eléctrica no está bien dimensionada, puede llegar a recalentarse fundiendo el aislante y llegando a oler a quemado.
Si vuestra cocina de gas, vitrocerámica o placa de inducción comienza a oler a quemado, lo mejor es limpiarla a conciencia y observar si se sigue produciendo ese olor a quemado..
Caso de no eliminarse el olor a quemado, lo que hay que hacer es dejar de usar la cocina de gas, vitrocerámica o placa de inducción hasta que la revise un técnico cualificado y les asesore sobre la mejor solución.